JULIO ASTILLERO Y SU BALANZA ARREGLADA

Desde hace un buen tiempo, se critica en Redes sociales el trabajo que realiza Julio Hernández en su columna Astillero, la cual aparece de lunes a viernes en el portal de la Jornada San Luis y es replicada por otras ediciones y páginas de La Jornada.

Julio Hernández ha sostenido siempre ser un periodista imparcial, sin consignas que obedecer o intereses que defender. Lo suyo es dar una visión periodística pulcra, diciendo las cosas tal y como él piensa que son; Julio nos explica el razonamiento por el cual llega a las conclusiones que vierte en su columna y reitera que su balanza periodística no se inclina ni hacia la izquierda, ni hacia la derecha. Hoy puede estar criticando al PRI y mañana a Morena.

Muchos, piensan que es cierta esta posición periodística; si tú hablas de un partido político un día y al siguiente criticas igual a otro diferente ¿quién te puede acusar de parcial?

Sin embargo, las cosas no son así. La estrategia usada por Julio, misma que define su criterio periodístico, es muy otra.

Inicia colocando a todos los Partidos Políticos en el mismo nivel; es decir, no hay diferencia de uno a otro y la responsabilidad de todos, como Partidos, es la misma.

Julio puede criticar a Morena, al PRI, al PAN, al PRD y demás chiquillada partiendo de esa base: "aquí se critica parejo a toda la Partidocracia".

Lo malo es que su premisa es falsa y por tanto su periodismo se vuelve muy parcial. No se puede sostener que el PRI es un Partido idéntico a Morena; el primero tiene a su servicio todas las instituciones del Estado y hace uso de las mismas de manera alevosa para cuidar los intereses del Partido. El PRI roba, falsifica, trafica, vende soberanía, prostituye instituciones, etc., para beneficio propio y de quienes militan bajo sus colores. No se puede sostener que se critica al PRI como Partido y olvidar que en todo momento ese Partido es Gobierno y se sirve del poder público de manera criminal.

Olvidar que Morena no dispone de los recursos ilimitados con que cuenta el PRI y pretender que hay piso parejo, es de risa.

No se puede decir que Morena enfrenta al PRI en igualdad de fuerzas, cuando el tricolor tiene a su servicio toda la estructura del Estado. Pelearle al PRI es enfrentar al poder total en México. Y sin embargo Morena lo ha hecho y ha ganado elecciones, aunque el fraude de Estado lo niegue. No decir esto y señalar que Morena perdió por una mala estrategia, es mentir.

En la elección reciente en el Estado de México, todos sabíamos que Morena enfrentaba a toda la fuerza del Estado bajo las siglas del PRI; fue una batalla de David contra Goliat y sin embargo el más débil, con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, ganó la elección; se presentó el fraude y Julio se molestó porque Morena decidió defender su victoria por la vía institucional, negándose a tomar oficinas públicas, efectuar plantones y hacer llamados a la desobediencia civil y demás métodos de resistencia conocidos. Para Julio esto significa ser partícipe del fraude, pues si las instituciones no funcionan ¿para qué acudir a ellas? Dice Julio que esta es una forma de avalar el fraude por parte de Morena.

Si hablas de todos los Partidos por igual estás mal; no es lo mismo el PRI-Gobierno que los demás institutos políticos. Si dices que la víctima es culpable del fraude por no pelear por otras vías que no sean las institucionales, estás mal. Revictimizas al agraviado. No se puede hablar de "otros caminos" sin señalar cuales son estos y en el caso de Julio, siempre evade el punto y evita dar una respuesta clara, concreta y convincente.

Pareciera que Julio Astillero se presta al juego gubernamental al optar por esta línea periodística. Critica al PRI pero a sabiendas de que la fortaleza de este Partido, al ser también gobierno, resiste bien que mal las andanadas periodísticas; además, sus artículos tienen una característica más: Habla por separado del PRI Partido y del Gobierno en turno, como si fueran entidades independientes. No menciona que vivimos en una nación totalitaria en la cual el PRI se ha hecho con toda la fuerza del Estado. Critica al gobierno, pero separándolo del PRI, o critica al PRI, pero sin señalar que es gobierno y por lo mismo, da siempre una imagen fracturada del poder total que disfruta y usa permanentemente el PRI-Gobierno.

Los Partidos Políticos no son iguales. El que gobierna no puede ser medido con la misma vara que se usa con los demás. Pretenderlo, es maquillar la realidad y eso es lo que considero está haciendo Julio Astillero.

No se puede acusar a Julio de ser chayotero al estilo de Ricardo Alemán y muchos otros conocidos periodistas del momento; pero hay algo que le impide ser objetivo al cien por ciento.

Pero en fin, lo único que aquí se quiere manifestar es que la línea periodística del Astillero diario, es en ocasiones muy parcial; tiende a favorecer al PRI minimizando su papel y culpabilidad reales.

Por último, hemos visto que para Julio, la falla de Morena en lo que al fraude electoral se refiere, se debe a que el Partido no ha encontrado vías alternas (no las hay), para consolidar con rapidez el cambio de rumbo que Morena pretende. Es culpable por tanto de una falta de imaginación, para propiciar ese cambio político que le urge a México.

Habría que señalarle a Julio que el país vive en este momento un proceso histórico que requiere de participación, compromiso, trabajo y mucha paciencia, por parte de toda la sociedad mexica, no solo de Morena. Andrés Manuel dijo en una entrevista concedida a Jorge Ramos hace no mucho tiempo: "un dirigente puede poner su vida en peligro las veces que lo considere necesario; pero no tiene ningún derecho a poner en peligro las vidas de sus seguidores". Cambios rápidos significan movimientos ríspidos que pueden conducir a crisis económicas y conductas violentas, que resultan indeseables e innecesarias para nuestro país; de violencia ya tuvimos bastante. La vía de Morena es cien por ciento pacífica e institucional. Se podrán perder elecciones, que son batallas; pero ganar la guerra finalmente, es lo que interesa a Morena.

Todo el que apuesta a un cambio inmediato y fácil, debe ponerse en la primera línea de acción y exponernos claramente en que consiste su propuesta. De otro modo, solo se critica en el vacío, haciendo creer a los demás que la victoria está a la vuelta de la esquina. Conocemos a muchos periodistas comodones que escriben desde sus confortables sillones, señalando las fallas de los que luchan a diario para alcanzar un México mejor. Esperemos que Julio Astillero no se haya convertido en uno de ellos.

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