FIDEL MURIÓ, PERO CUBA VIVE

29/Nov/2016

"Cuando hay cadáveres se alebrestan los gusanos"

Alfredo Jalife Rahme

El 25 de noviembre del 2016, a las 22 horas y minutos, falleció en Cuba Fidel Alejandro Castro Ruz; no es necesario decir más para ubicar históricamente a este personaje; se trata de una de las figuras políticas más destacados en la Historia reciente de los pueblos latinoamericanos; no se entiende a la Cuba actual, a la nación socialista que ha enfrentado al imperio americano por décadas, sin rendirse, sin suplicar, sin dejar de luchar y progresar a pesar de todos los inconvenientes, sin la voluntad, trabajo y gobierno de Fidel Castro. Este pequeño país ha sido la piedra en el zapato para Estados Unidos, desde el momento en que la revolución tomó el control de la isla y dejó de ser la Colonia Bananera que los Batista y antecesores crearon, para saciar la voracidad de unos Estados Unidos acostumbrados a no tener vecinos, sino esclavos. Con la llegada de Fidel y la Revolución al poder, todo cambió y Cuba es una nación libre y soberana, a pesar de todos los esfuerzos de los norteamericanos para impedirlo.

La noticia de la muerte de Fidel, conmociona al mundo de diferente manera: para unos, significa el fin de una era y el posible inicio de un periodo de cambios dentro y fuera de la isla; para otros, se trata de un suceso doloroso, triste e inevitable, dada la avanzada edad de Fidel, pero que no tiene porqué alterar negativamente el desarrollo y el trabajo revolucionario que se viven en la isla desde hace más cinco décadas.

Y esto es lo que resulta importante explicar en este momento; la muerte de Fidel no es un acontecimiento inesperado; no es algo que el gobierno cubano no haya contemplado con mucha anticipación. El mismo Fidel, después haber padecido problemas de salud y accidentes menores (fracturas de pierna y brazo), entrega el poder en el año 2006, a su hermano Raúl Castro y se somete a una intervención quirúrgica para corregir problemas intestinales. Es en ese momento cuando se produce el cambio tan esperado, tan soñado por la disidencia cubana y el gobierno norteamericano, pero con un ingrediente no deseado: Castro ya no gobierna, pero sigue vivo; no se trata de una transición de emergencia, sino de un relevo ordenado, pacífico y bajo la guía y dirección del propio Fidel; ahí es donde se verifica el momento de quiebre que pudo significar un cambio de rumbo en la vida interna de la isla...y no se dio. Fueron tan precisas las formas y maneras adoptadas, que no se alteró en nada la vida cotidiana de la nación. Fidel Castro se apartó del gobierno casi por completo; evitó los reflectores y dejó que su hermano Raúl creciera políticamente y se afianzara con firmeza a nivel nacional e internacional. Fueron esos diez años de transición pacífica, los que permiten hoy a Cuba llorar con tristeza la muerte de Fidel, sin la preocupación del qué pasará mañana, cuando ya no esté entre nosotros el Comandante.

Los "analistas", "periodistas", "editorialistas", etc., de los medios de comunicación, afines a los intereses del imperio americano, pretenden crear un clima inexistente de incertidumbre, zozobra y miedo, derivado de la muerte de Fidel Castro; nada más falso: Fidel estaba tranquilo, retirado y dedicado a actividades propias de su edad; es cierto, daba consejo, guiaba, opinaba, pero ya no gobernaba directamente al país; eso le corresponde a Raúl.

Aquellos que hoy festejan en Miami y otros lugares de la Unión Americana la muerte de Fidel, pensando que este acontecimiento debilitará de alguna forma a la revolución cubana, se van a llevar una sorpresa cuando constaten que nada cambia en la isla con la muerte del Comandante. Fue tan previsor Fidel que hasta en esto, les llevó mano a quienes pretenden hoy regresar a Cuba a los tiempos de Fulgencio Batista y la dependencia servil a Norteamérica (hoy se llama a esto neoliberalismo).

Fidel Castro se fue físicamente el 25 de noviembre de este año; pero hizo lo suficiente -y aún más-, para que Cuba y su revolución permanezcan por mucho tiempo. En México, "La Calderona" y su teporocho esposo piden cambios en la isla; Fox y Trump aplauden el fallecimiento de Fidel y Vargas Llosa en la FIL hace lo propio, Como bien dice el Dr. Alfredo Jalife Rhame: "Cuando hay cadáver, se alebrestan las gusanos"; todos los cachorros del imperio están de plácemes, como si se tratara de un banquete. Pero el tiempo y la Historia colocan a cada quien en su lugar.

Fidel se va, pero Cuba se queda y cómo lo hacía él: trabajando y luchando incansablemente "Hasta la Victoria Siempre". El día de hoy, Cuba más que dolida, se siente agradecida y en deuda con su Comandante. Y todo aquel que se suma a la necesidad de una revolución social en Latinoamérica, que nos dignifique y libere de la salvaje voracidad del imperio, despedimos a Fidel y acompañamos a Cuba con el mismo y sincero "gracias por todo Comandante".

MALTHUS GAMBA


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